Ganas de escribir
Creo que la primera vez que sentí ganas de escribir fue durante un viaje a Noruega, en Junio del 94. Estábamos en las Islas Lofoten, por encima del círculo polar ártico, en una cabaña de pescadores sobre el agua y disfrutando (o sufriendo) de 24 horas de luz del día. En aquel entonces, sacié mis ganas escribiendo postales☺